domingo, 1 de junio de 2014

El folclore barquereño brilló en Baiona

San Vicente acudió a celebrar el I Día de Villas Marineras

La Escuela Municipal de Folclore de San Vicente de la Barquera y la Asociación Raíces Barquereñas desfilaron ayer por el paseo Ribeira, en Baiona (Pontevedra), tras recorrer diversas vías de esta villa gallega, que celebraba el Día de Villas Marineras.
El colorido de los trajes, unido al sonido de las gaitas y dulzainas, al ritmo del pergamino y las sonajas de las panderetas, han conferido un ambiente de magia y tradición a este día de fiesta, en el que participaron las localidades cántabras de San Vicente de la Barquera, Laredo y Santoña, junto con los asturianos de Llanes, Cudillero y Ribadesella, y los gallegos de Baiona, Sanxenxo, Ortigueira y Viveiro.
Fueron precisamente los barquereños quienes abrieron, esa mañana, el turno de actuaciones en el escenario del Día de Villas Marineras. Cantaron y tocaron, a lo pesau y a lo ligero, bailaron jotas y la danza de los palillos, con estilo impecable. Durante casi hora dejaron constancia de la viveza de los aires cántabros y barquereños, así como de su vestuario, con ejemplos inspirados en el siglo XVIII.


Por la tarde actuó la Banda de Gaites Ribeseya de Ribadesella, que lució su forma de soplar las gaitas y la coreografía de las baquetas algodonadas de sus timbaleras. Tocaron piezas de Escocia e Irlanda, también muñeiras, y finalizaron con su himno regional ‘Asturias patria querida’.
A continuación, el grupo folclórico El Pericote, de Llanes (Asturias), fundado en 1932, bailó ‘el pericote’, una de las danzas más antiguas de Asturias, y en la que las mujeres se vestían de hombres ‘pericos’ para realizar los bailes. El grupo folclórico El Pericote vistió tradicionalmente a los hombres de ‘porruano’ y a las mujeres de ‘llanisca’.
Los Ventolines de Laredo, constituyen la Escuela de Folclore de esta localidad. Interpretaron jotas, a lo pesau y a lo ligero, y finalizaron con ‘La fuente del Cacho’ y ‘Na Veira do Mar’.
La última actuación correspondió a la Agrupación Folclórica Airiños da Lagoa, de Baiona, que impresionó por riqueza de sus trajes y por su destreza bailando jotas y muñeiras.
El conjunto de estas muestras folclóricas ha constituido el mayor atractivo de este evento, cuyo objetivo ha sido dar a conocer el extenso patrimonio cultural, histórico y gastronómico de las diez villas, unidas por su perfil marinero y poseedoras de una variedad paisajística extraordinaria.
Por la mañana, en la presentación del I Día de Villas Marineras, en el discurso inaugural, se refirieron precisamente al «paisaje especial que nos une», al igual que las «gentes acogedoras» de nuestros pueblos.
El Cantabro Ángel Vega, actual presidente de Villas Marineras, destacó que vivimos en lugares que se pueden disfrutar con los cinco sentidos, «el tacto de la arena, la visión de paisajes espectaculares, el sonido del viento entre las olas y el sabor de una cocina extraordinaria».
En el paseo Ribeira, al pie de la estatua ecuestre de Alfonso IX, el rey que liberó y puso nombre a la villa gallegase, abrió una carpa con abundante material promocional de las villas, donde también se exponía una muestra de las exquisiteces que son su emblema gastronómico.



Agustin Laguna

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