martes, 25 de febrero de 2014

TEMPORAL

Tras los cristales
la lluvia se hace dueña de la tarde,
y el aire,
en un suspiro prolongado,
silba a gemidos de los duelos,
el hambre,
a la miseria,
y en la pesadilla cruenta
que despierta en la noche
reclamando los silencios…
El llanto de las nubes
no agota tanta pena
y sueña que se ahoga con el aire
sembrando en la codicia de su velo
un luto plañidero...
La casa se recoge en las paredes
y llena de humedad a los cristales,
por fuera con el grito
y el llanto de las nubes,
por dentro se condensan
y resucitan los recuerdos
con llantos bajo techo.

La tristeza se envuelve
en la cara de la anciana
y aguarda solitaria,
quizás un nuevo día,
quizás ese descanso
que añora tras
el visillo amarillento:
Partir con su marido.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
18-II-2014

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